Celulas madre: realidades y controversia:Doctor San Miguel

Este es el sitio para sugerir encuestas y temas de debate de interés general en nuestras enfermedades, con las que aprender más sobre ellas. Colabora y enriquécenos con tu opinión, eso si, siempre respetando a las demás personas y sus opiniones.
Reglas del Foro
El Webmaster y los Moderadores no se responsabilizan de las opiniones vertidas por los usuarios registrados en el Foro.

Contando nuestras experiencias, nos ayudamos los unos a los otros, ya no estas solo/a. Entra en nuestros Foros y cuéntanos tus experiencias. Solidaridad, comprensión, aquí te escuchamos, hazte oír.

Condiciones de uso del Foro: Puntea aquí.
Responder
annie
Mensajes: 12790
Registrado: Mié Ago 26, 2009 9:36 am
genero: Mujer
soy: Paciente
pais: Francia
Nombre real: Muriel
Patologia: MM IGA TMO1996.RC
Localidad: Madrid

Celulas madre: realidades y controversia:Doctor San Miguel

Mensaje por annie »

Hola..

El doctor San Miguel ha dado una conferencia, el 28 de octubre 2009 en el salon de actos de la Escuela de Enfermeria de Palencia.
He tenido acceso,hoy a este resumen;Lo comparto:
http://pastoraluniversitariapalencia.wo ... roversias/
Resumen de la conferencia del doctor San Miguel:


CITA:
"Celulas madre: realidades y controversias"
29 Octubre 2009 — pastoraluniversitariapalencia
Este miércoles ha tenido lugar la conferencia impartida por Dr. Jesús san Miguel acerca de las células madre. Ha sido en el salón de actos de la escuela de enfermería y la verdad es que no cabía ni una alfiler.

"La conferencia fue de gran nivel científico y humano. El Dr. san Miguel, hizo un análisis del desarrollo histórico del descubrimiento y aplicación médica de las cell stem o células madres. Destacó las diferencias entre las células madre adultas y embrionarios, resaltando la ventaja de las primeras sobre las segundas. No solo es una cuestión ética, que también, sino una cuestión médico-científica.

DSC00040
DSC00035

salon de actos

Tras la conferencia, hubo un coloquio entre los asistentes y el conferenciante en el que salieron temas tan interesantes como el bebé medicamento o los bancos de cordón umbilical.
DSC00039

Dr. Jesús san Miguel en un momento de la conferencia

Desde aquí nuestro agradecimiento al Dr. Jesús san MIguel que tan amablemente aceptó nuestra invitación. Y también a la Escuela de Enfermería que ha favorecido los medios y el lugar para la conferencia. Esperemos seguir en esta buena colaboración entre Enfermería y

Aquí os pongo algunos datos sobre el conferenciante:

El profesor Jesús F. San Miguel se licenció en Medicina y Cirugía en la Universidad de Navarra en 1976 y se doctoró en la Universidad de Salamanca en 1980. Tras realizar su formación como especialista en Hematología y Hemoterapia bajo la supervisión del profesor López Borrasca en el Hospital Universitario de Salamanca, realizó una estancia post-doctoral (becado por el MEC) en la Unidad de Leucemias de la Escuela Real de Postgraduados de Londres.

En 1986 obtuvo plaza de Profesor Titular en la Universidad de Salamanca y en 1994 de Catedrático de la misma Universidad. Desde 1991 es Jefe de Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca.

Es también miembro desde 1999, del Comité científico Asesor del CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas) y Miembro del comité editorial de 15 revistas y revisor científico externo de 9 revistas.

El hematólogo Jesús San Miguel, Premio Castilla y León a la Investigación Científica y Técnica. La Junta de Castilla y León ha otorgado el Premio Castilla y León a la Investigación Científica y Técnica al catedrático de Medicina Jesús San Miguel Izquierdo (Soria, 1954). Con este galardón se reconoce la “extraordinaria calidad” de sus investigaciones en el campo de la Hematología y en concreto de los cánceres hemáticos, como la leucemia, lo que le ha llevado a realizar más de 400 publicaciones, la mayoría de difusión internacional, y participar en 45 proyectos de investigación. El jurado del premio, que ha hecho público hoy el fallo, ha acordado por unanimidad el nombre del galardonado, que competía contra otros cuatro candidatos.

La actividad científica San Miguel Izquierdo, que actualmente es jefe del Servicio de Hematología del Hospital Clínico Universitario de Salamanca y subdirector del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de la misma ciudad, se centra en el campo de las Hemopatías malignas. Durante su estancia postdoctoral en la Escuela Real de Postgradurados de Londres, entre 1981 y 1983, tuvo la oportunidad de trabajar con los primeros anticuerpos monoclonales para la caracterización de células leucémicas. A su regreso a Salamanca, donde se doctoró, crea en 1983 la Unidad de Inmunofenotipo para Leucemias y Linfomas.

Posteriormente, San Miguel interviene en el desarrollo de nuevas áreas como la de Cultivos Celulares, Biología Molecular o citogenética molecular con el objetivo de seguir profundizando en el estudio de la célula leucémica a la vez que intenta interrelacionar estas distintas áreas de investigación entre sí y en torno al enfermo. Fruto de esta labor es la caracterización de patologías como los megacarioblastos, la leucemia de células plasmáticas y las secundarias.

De forma paralela, el galardonado ha continuado estudiando la patología que fue base de su tesis, el Mieloma Múltiple. En esta área, ha contribuido a la caracterización fenotípica de la enfermedad o la descripción de nuevas alteraciones citogenéticas. De hecho, actualmente es coordinador de la Red Nacional de Mieloma y recientemente ha creado la Red Europea.

El Premio otorgado por el Gobierno regional también a distinguido su labor en el campo de la Enfermedad Mínima Residual (EMR) o persistencia de un pequeño número de células malignas indetectables por la morfología convencional en los pacientes con leucemia.

Nuevos fármacos. Uno de los últimos logros del premiado ha sido, en colaboración con grupos básicos de investigación del CIC de Salamanca la apertura de una nueva línea a investigación sobre desarrollo de nuevos fármacos. Esta línea se ha convertido en referente internacional al contar con subvenciones de fundaciones americanas y haber firmado acuerdos con varias multinacionales del sector farmacéutico.

Junto a la labor investigadora, también se ha reconocido su labor formativa. En concreto, ha dirigido 29 tesis doctorales y formado a más de 30 especialistas en Hematología y Hemoterapia. Todo este trabajo se traduce en unos 30 premios, entre ellos el de la Academia de Medicina de Buenos Aires, el Premio Nacional de Investigación (2007), el Premio Nacional de Oncología (2007) o el Premio Internacional Waldenström, al mejor investigador internacional en el campo de los mielomas."
:P Si pinchais el link, podreis ver las fotos de la conferencia.
http://pastoraluniversitariapalencia.wo ... roversias/
Un abrazo
Última edición por annie el Jue Nov 12, 2009 8:19 pm, editado 1 vez en total.


fercu
Mensajes: 7809
Registrado: Sab Ago 22, 2009 12:48 pm
genero: Hombre
soy: Familiar
pais: España
Nombre real: fernando
Patologia: MM
Localidad: Cáceres

Re: Celulas madre: realidades y controversia:Doctor San Miguel

Mensaje por fercu »

Gracias Annie por la información.
Abrazos fercu y maryImagenImagen


GEMMA
Mensajes: 676
Registrado: Mar Ago 25, 2009 1:45 pm
genero: Mujer
soy: Familiar
pais: España
Nombre real: Gemma
Patologia: GMSI
Localidad: Girona

Re: Celulas madre: realidades y controversia:Doctor San Miguel

Mensaje por GEMMA »

Gracias Annie :D :D


Gemma
annie
Mensajes: 12790
Registrado: Mié Ago 26, 2009 9:36 am
genero: Mujer
soy: Paciente
pais: Francia
Nombre real: Muriel
Patologia: MM IGA TMO1996.RC
Localidad: Madrid

Re: Celulas madre: realidades y controversia:Doctor San Miguel

Mensaje por annie »

Cuando leí la noticia, lo que mas me extraño , es la actividad increible que tiene el doctor San Miguel....
Figura en muchisimo sitios..
Tambien vendá al congreso AEAL...
Un abrazo


GEMMA
Mensajes: 676
Registrado: Mar Ago 25, 2009 1:45 pm
genero: Mujer
soy: Familiar
pais: España
Nombre real: Gemma
Patologia: GMSI
Localidad: Girona

Re: Celulas madre: realidades y controversia:Doctor San Miguel

Mensaje por GEMMA »

Pues sí...parece una Eminencia :shock:
:D


Gemma
annie
Mensajes: 12790
Registrado: Mié Ago 26, 2009 9:36 am
genero: Mujer
soy: Paciente
pais: Francia
Nombre real: Muriel
Patologia: MM IGA TMO1996.RC
Localidad: Madrid

Re: Celulas madre: realidades y controversia:Doctor San Miguel

Mensaje por annie »

Hola..
Hoy Vicente me mandó esta entrevista, del diario:DiarioSalud.net Noticias de Medicina y Salud en español"
Es una entrevista un poco "antigua", pero nos hace descubrir el lado humano del doctor San Miguel..
Reproduzco su mensaje:

Vicente dice:
jueves 12 de nov 2009
Hola Annie: Te envio una entrevista de San Miguel, de hace 4 años, lo hago para que se le conozca más como persona y sus orígenes
Un abrazo




Cita:
Hematólogo español Jesús San Miguel : El secreto de un tratamiento es una buena entrevista PDF Imprimir E-Mail
miércoles, 21 de diciembre de 2005
El hematólogo Jesús San Miguel está convencido de que la inquietud y la capacidad del que pregunta son las claves de una buena entrevista clínica. Tiene razón, pero llevado al terreno periodístico hay que añadir otro factor: elegir un entrevistado que tenga algo interesante que contar, ya sean hechos u opiniones. Soy de un pueblo de Soria, Almarza. Mi padre era veterinario y como tal ejerció en varios pueblos hasta que se asentó en Burgos, cuando yo tenía 7 años. Pero sigo ejerciendo de soriano. San Miguel colma esa expectativa con creces, porque además de ejercer magníficamente la medicina, reflexiona sobre ella. Su padre era veterinario. ¿Por qué se decantó usted por la medicina?
-Al fin y al cabo son profesiones sanitarias. Desde luego, mi padre influyó en mi decisión. La medicina es una carrera apasionante que te plantea retos constantemente.

¿Alguna vez ayudó a su padre?
-Nunca. Y llegué a dudar si hacerme médico o arquitecto.

¿Qué le decidió?
-Me gustan las matemáticas, pero no tengo visión espacial. También me gustaba el dibujo lineal, pero sólo sabía copiar, no tenía creatividad. Así que fui consciente de mis limitaciones.

Estudió Medicina en Navarra.
-Ya estaba prematriculado en Valladolid, pero corría 1970 y se produjeron varias revueltas estudiantiles. Por eso, al final, me enviaron a Pamplona. Fueron años inolvidables, que me marcaron por muchos motivos. Tuve la suerte de vivir en un colegio mayor, que es una experiencia que recomendaría a todo el mundo. Todavía conservo amigos vascos y catalanes de aquella época. Sentarte en una tertulia con gente de carreras diversas le abre la mente a un chico que llega de Burgos con la boina calada. En el mismo colegio teníamos un club de medicina al que invitábamos a los profesores para charlar con ellos.

¿Le sirvió para decantarse por su especialidad?
-Bueno, como además de la visión espacial también me faltaba la habilidad manual, tenía claro que no iba a dedicarme a la cirugía. Pero en una tertulia del colegio, el profesor Gómez Durán, cirujano cardiaco, nos contó su formación británica y le preguntamos qué había que hacer para ir allí. Nos contestó que nos espabiláramos y que escribiéramos a diversas universidades. Lo hicimos y los tres últimos veranos de la carrera los pasé en Inglaterra.

Descartada la cirugía, ¿qué especialidad le atraía?
-De la medicina en general me atraía el reto continuo y la posibilidad de ayudar a la gente. Pero es que, además, pienso que es de las carreras más creativas que existe.

¿A qué se refiere?
-Cada paciente que llega a tu consulta es una historia de investigación. Te debes preguntar: qué ha pasado, por qué...

Es decir, usted considera que hacer bien una entrevista clínica es otra forma de investigar.
-Sin duda. Para los que nos gusta conjugar asistencia e investigación, el enfermo es la mejor fuente de las preguntas para investigar.

Descartada la cirugía, ¿tenía clara la vocación?
-Para nada. Hice hematología por puro azar, como tantas otras cosas en mi vida. No me lo había planteado, pero al final de la carrera había un examen en el que te podía tocar cualquier profesor como examinador. A mí me tocó López Borrasca.

Pero antes ya había sido su profesor.
-Sí, pero cuando me impartió su asignatura no tuve contacto con él y, de hecho, la hematología no me había llamado la atención.

Entonces, ¿qué ocurrió en ese examen?
-Mientras esperaba mi turno pasó por allí un residente y me dijo que seguro que me preguntaba la hemogloburunia paroxística nocturna. Yo creo que hasta ese momento ni me sonaba. La cuestión es que me lo explicó él mismo en ese momento.

¿Se lo preguntó?
-Sí. Y le engañé, porque quedó convencido de que yo tenía madera de hematólogo y que eso tenía que ser. Yo ni me lo había planteado. Había pensado en ser nefrólogo o endocrinólogo. Así que me invitó a hacer prácticas con él una semana y en ese tiempo me convenció de que era una especialidad apasionante.

¿Qué imagen tenía previamente de la hematología?
-Francamente, ninguna. No me había dado cuenta de que es una especialidad que conjuga perfectamente el laboratorio con la clínica. El hematólogo es a la vez el patólogo de sus pacientes, porque hace el aspirado de la médula ósea, en la clínica ve al enfermo y estudia las células causantes de los síntomas.

Pero esas virtudes de la especialidad que ahora tiene tan claras no resultan evidentes para los profanos.
-Cuando a mi padre le anuncié que iba a ser hematólogo me contestó: ¿Que te vas a dedicar a los análisis? Le tuve que explicar en qué consistía la especialidad, que, por otro lado, entonces no estaba tan desarrollada.

¿Qué le transmitió López Borrasca?
-Pasión. Si tuviera que describirle destacaría su pasión por el trabajo, una persona con una enorme capacidad de ilusionar y entusiasmar. Otra de sus cualidades ha sido la generosidad con sus discípulos. Ha disfrutado más con nuestros éxitos que con los suyos. Y la tercera cualidad suya que destacaría es la visión de futuro. Veía por dónde avanzaría la especialidad y nos estimuló siempre a salir al extranjero.

Su maestro cuenta que cuando viene a visitarle, usted le cede su mesa.
-No podría ser de otra manera.

¿Le da pudor quedarse en el sillón de jefe ante su maestro?
-Por supuesto. A mí en mi casa me enseñaron a respetar a la gente a la que debemos casi todo. Nosotros sólo hemos intentado corresponderle. Somos unos afortunados.

Hubo un consejo que sus discípulos no siguieron: no casarse hasta acabar la tesis y viajar al extranjero.
-Mi caso fue especial. Sin saberlo, me hice novio de la hija de uno de sus mejores amigos. Yo ya era residente en Salamanca, pero fui a pasar unos Sanfermines en Pamplona y allí la conocí. Y cuando el profesor se enteró de quién era se llevó una alegría.

Científicamente, ¿qué caracteriza a la escuela de López Borrasca?
-El afán por estar al día. Es una obsesión que todos intentamos mantener.

Hizo la tesis en Salamanca.
-Sí, y nada más acabar la residencia me marché a Inglaterra, casado y con una niña de meses. Me fui a la Escuela Real de Postgraduados de Londres, con Daniel Catowski

¿Fue una decisión personal o seguía instrucciones de su maestro?
-Tenía varias opciones. La decisión fue mía, aunque también escuché consejos de varias personas, entre ellas de Ciril Rozman.

¿Le conocía mucho?
-Había coincidido con él haciendo en un congreso en el que él actuaba de moderador.

¿Causaba impresión?
-Impresión no, pánico por pensar que te podía juzgar una personalidad así. Él y López Borrasca, siendo tan distintos, han sido complementarios y decisivos en el desarrollo de la hematología en España. Y podemos sentirnos muy orgullosos de esa evolución. Hay centros excelentes y referentes internacionales en distintos campos de la especialidad y por toda España.

Volvamos a usted. ¿Cuál era el objetivo de su estancia británica?
-En España había comenzado a trabajar en el inmunofenotipo de las leucemias, su caracterización inmunológica. Y pensábamos que iba a ser un cambio sustancial para conocer estas enfermedades. Hasta ese momento se clasificaban en función de la morfología, pero éste era un paso cuantitativo y cualitativo trascendente, porque las empezábamos a caracterizar en función de sus antígenos. Era el comienzo de la disponibilidad de los anticuerpos monoclonales. La cuestión es que uno de los centros punteros en caracterización de leucemias era el de Catowski?, por eso fui allí.

¿Aprendió alguna técnica nueva?
-Lo fundamental fue que aprendí cómo era un centro de referencia al que llegaban leucemias de toda Inglaterra. En 24 a 48 horas se hacía la caracterización y se emitían los resultados para que en Leeds o Bristol dispusieran de ellos. Y por eso al volver mi prioridad fue montar un centro de referencia similar. La gran diferencia en nuestra contra era que los británicos contaban con un sistema postal público, de correos, muy eficaz. Le hablo del año 1981 y allí las muestras llegaban con la puntualidad y seguridad que le pueda ofrecer hoy día una empresa de mensajería urgente.

¿Y en España?
-No existía eso. Era impensable contar con que las muestras llegaran en 24 horas. Así que empecé centrándome en Castilla y León. Tenía un amigo que trabajaba en Renfe. A través suyo me coordiné con los maquinistas que circulaban en este territorio. Al pasar por Segovia o Ávila, ellos recogían la muestra que el médico había dejado en la estación y yo antes de venir al hospital, sobre las 7 y media cada mañana, me pasaba por la estación y recogía las muestras.Afortunadamente hoy día este trabajo lo realizan estupendamente las empresas de mensajería.

La experiencia debió ser cansada, pero interesante.
-Aprendí que para que un trabajo salga adelante ha de ser cooperativo, en equipo. Y esto llevado al campo de la investigación nos conduce a las redes y los grupos cooperativos, que son dos cuestiones cruciales.
Otra cuestión que aprendí en Inglaterra fue a escribir los artículos científicos con mentalidad anglosajona.

¿En qué consiste?
-Hay que ser mucho más preciso y conciso. También aprendí la estructura interna de organización y trabajo de un servicio centralizado referente de varios hospitales. En España, el concepto de centro de referencia no forma parte de nuestra tradición. Tampoco hay costumbre de aceptar la segunda opinión en clínica. Son dos cuestiones que hay que cambiar.

La segunda opinión está hasta mal vista. ¿Por qué?
-No lo sé. Lo que puedo decir es que en nuestro servicio es frecuente estar en una sesión clínica ante un caso complejo y decidir que se consulta a un experto externo. Todos los meses podemos enviar un mensaje en este sentido y la respuesta es siempre excelente. Nosotros somos conscientes de que no lo sabemos todo.

¿Qué le pasó en su primer congreso con un tal señor Tafalla?
-(Risas). ¿Tengo que contarlo? Estaba con mi amigo Vicente Vicente y vimos que había unas becas para un congreso de la Asociación Española contra el Cáncer. Calculamos que con el dinero que daban podíamos ir a Madrid al congreso y nos sobraba para un viaje a Pamplona a ver a nuestras novias. Yo era más pardillo, porque sólo era alumno interno en rotación, mientras que Vicente ya era R1.
La cuestión es que al llegar nos enteramos de que la beca sólo cubría el 20 por ciento de la inscripción al congreso. Así que Vicente le preguntó a la azafata dónde estaba el secretario del congreso, a lo que ella respondió: "El señor Tafalla está allí". Ni corto ni perezoso se le acercó y dándole una palmada en la espalda le soltó: "¿Qué haces, Tafalla?" Y el pobre señor, pensó que le conocía y que no se acordaba, así que se ofreció para resolver cualquier problema. Y pudimos asistir al congreso.

Veo que se arreglaban muy bien.
-Lo malo fue que, como ya no había más dinero tuvimos que dormir en una fonda y nos robaron los abrigos del coche.

Pongámonos serios. ¿Qué ocurrió al regresar de Inglaterra?
-Antes de irme ya habíamos comenzado a crear la unidad de inmunopatología, así que a la vuelta el terreno estaba abonado. El objetivo era caracterizar inmunológicamente las leucemias. El siguiente paso ha sido la caracterización molecular, que nos está permitiendo definir entidades más precisas y eso permite que los pacientes se beneficien de tratamientos más específicos. Ya tratamos algunas leucemias con moléculas adecuadas a la lesión genética que tienen.

En su campo está en juego la vida del paciente, al que, además, conoce usted por su trato clínico. ¿Eso le motiva más en su faceta investigadora?
-Intentas responder a los retos que sobre el terreno te plantea el paciente. Cuando tratas a un paciente con mieloma múltiple, que es una de las patologías que más me interesan, y ves que un fármaco nuevo no responde o deja de responder, inmediatamente te preguntas qué ha pasado. Y te vas al laboratorio para trabajar con otros grupos para estudiar por qué esas células se han vuelto resistentes y cómo vencer esa resistencia. Como ve, pasamos de la clínica a la investigación básica sin solución de continuidad. Es uno de los secretos de este servicio hospitalario y del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, con el que trabajamos.

¿Se considera más médico o más investigador?
-Yo soy un clínico que hace investigación traslacional. Y cuando me siento a ver resultados, tengo en mente la cara de los enfermos.

¿Es duro?
-Tremendo. La realidad es que cuando estás pendiente del resultado de un paciente y llega un fin de semana la lucha interna es pensar si es mejor que llegue pronto para quitarte la duda o tarde para poder descansar esos días. Ver pacientes supone una motivación añadida, pero también una gran responsabilidad. Un médico que no se mantiene al día no está siendo honesto con los enfermos.

Ahora usted también tiene sus discípulos. ¿Qué intenta transmitirles?
-Que hay que entregarse al paciente. No se le puede escatimar nada: ni la delicadeza hacia él ni la exigencia hacia uno mismo. La segunda máxima es tener mentalidad investigadora. Uno no puede ser un buen médico si no investiga. Y me explico. Investigar es más que el laboratorio, es analizar los resultados que se obtienen en los casos clínicos.

¿Se refiere a una actitud?
-Sí. A la actitud de contrastar el éxito o el fracaso de lo que se está haciendo. Y a los residentes y alumnos más jóvenes trato de estimularles a que compaginen la actividad clínica con la investigadora, sea cual sea la versión. Aquí les ofrecemos la posibilidad de que sea clínica o traslacional.
Y un tercer punto clave es la colaboración, saber que te están dando mucho para hacer tu trabajo.

¿Qué quiere decir?
-Yo soy la persona de mi grupo que más se ha beneficiado de la generosidad de sus compañeros. Una razón de ser de este servicio es cómo se ayuda la gente entre sí. Algunos quizá brillen más cara al exterior, pero, para eso, hay otros detrás haciendo el trabajo más rutinario. Y sin el trabajo rutinario el servicio no funcionaria.

El sistema público no permite elegir al equipo.
-Eso es cierto, pero nosotros siempre nos hemos planteado si alguien que llega va a encajar.

¿Qué le piden?
-Pueden tener un currículum excelente, pero si no tienen una actitud positiva hacia el trabajo en equipo, prefiero que no estén aquí. Es decir, pedimos capacidad de integrarse en el grupo.
Lo siguiente es la capacidad de innovar. Somos un grupo de referencia y no podemos conformarnos con lo que tenemos. Una de mis cualidades (titubea), bueno o de mis actitudes, es que pienso que siempre hay alguien que está haciendo algo mejor que yo.

Eso es inevitable. ¿Es tan competitivo?
-Me pica. Soy competitivo, pero no me importa copiar para mejorar. Pero prefiero la capacidad de iniciativa, que seamos nosotros los que innovemos.

En el trabajo diario en un centro público, ¿se ven perjudicados por la burocracia?
-Puede haber trabas, pero se pueden superar si el equipo está convencido de lo que quiere llegar a hacer.

¿Es fácil investigar en España?
-Hay que distinguir. La investigación clínica es una de las asignaturas pendientes más urgentes de resolver, porque España tiene un modelo sanitario idóneo y de calidad para poder investigar y podríamos ser referente mundial en ensayos clínicos. Pero hace falta una estructura con la que no contamos, que son los data manager, gestores de datos. Aquí ese papel lo hace un residente o un contratado en precario.

¿Qué más haría falta?
-Comités de ensayos clínicos realmente ágiles. El grupo español de mieloma ha puesto en marcha un ensayo multicéntrico que se está encontrando con el problema de tener que pasar por varios comités. Me resulta difícil entender que no baste con el dictamen de un comité nacional, o que el comité de un hospital lo dé por válido y en otro, no. Al final, puede haber pacientes que queden privados de fármacos que ha costado mucho tener en primera línea y que todavía no están comercializados.

¿La descentralización política está atomizando y solapando la investigación?
-Yo soy contrario a cortar las alas a cualquier grupo que quiera trabajar, siempre y cuando sea coherente, rentable y productivo. Es decir, que tenga una base científica y de rentabilidad. Pero a veces se invierte mucho en ladrillos y poco en investigadores. Me da miedo cuando se anuncia un nuevo centro porque me pregunto si detrás hay una estructura científica que lo sustente.

Los médicos que ejercen en un hospital ¿se creen de verdad que pueden hacer investigación?
-Ése es el reto: convencer a los médicos de que la investigación clínica es muy rentable y que todos debemos hacerla.

De usted dicen que forma muy bien equipo. ¿Cuál es el secreto?
-Recordar a la gente que más brilla por qué están brillando. Eso es fundamental. Y reconocer la labor de los que menos brillan.

Pero siempre hará falta un líder.
-Yo le puedo decir que después de a mi familia, a la gente que más quiero es a mi equipo.

¿Se lo dice?
-Ellos lo saben.

¿Y ellos le corresponden?
-Ojalá.

¿Se relacionan fuera del hospital?
-Sí. En el servicio todos conocemos a las familias de los demás.

¿Consigue usted desconectar del trabajo?
-¡Qué va! Soy un desastre.

Cuentan que empezó a dirigir equipos jugando al futbito, aunque le critican porque mandaba mucho y se movía poco.
-Lo tuve que dejar por las dioptrías, a las segundas gafas que rompí. Ahora juego al tenis y lo paso mal, porque en dobles, es evidente que si perdemos es por mi culpa.

¿Es tenaz?
-Me temo que me he vuelto un poco workaholic.

¿Cómo lo lleva su mujer?
-Esa es otra de las suertes. Ella es profesora de Derecho y tenemos seis hijos. Y nos ha ido muy bien.

En casa, ¿también hay trabajo en equipo?
-Sí. Y eso que mi padre, que era un señor antifranquista y muy autoritario, la primera vez que me vio cambiando pañales dijo que era un calzonazos.

¿Ha podido disfrutar de la familia?
-Siempre cenamos juntos y después pasamos un rato que para mí es fundamental. Si fracasara en mi familia, yo sería un fracasado.

¿Le ha echado en cara su mujer el exceso de dedicación al trabajo?
-En alguna ocasión, pero aguanta mucho, porque soy un poco traicionero.

¿En qué sentido?
-Le paso algunas de mis responsabilidades. Me explico. Cuando llega el fin de semana y te tienes que encerrar, suelto eso de: "Es que este trabajo es tan importante para el servicio y para los enfermos..."

Eso es chantaje emocional.
-Yo lo llamo pasarle la pelota y funciona muy bien.

Debe resultar difícil pedir a un señor que está intentando curar el cáncer que lo deje para fregar los platos.
-Algunos dicen que en los congresos siempre va con prisa. Creo que hay un número excesivo de reuniones y hay que intentar compatibilizar los compromisos profesionales con la vida de familia. Por eso procuro estar lo imprescindible en las reuniones, De hecho con frecuencia salgo de Salamanca a las 4 de la mañana para coger el primer vuelo a París o Londres y volver el mismo día por la noche . Donde estén unas lentejas en tu casa y un rato de tertulia nocturna con tu mujer y los hijos...

¿Siempre tuvo vocación docente?
-Es algo que forma parte de la vida académica; sobre todo cuando formas parte de un grupo como el de López Borrasca, que vivía tanto la universidad, el contacto con el alumno y la exportación de vocaciones. De Salamanca siguen saliendo vocaciones para la hematología. Aquí se ha vivido de forma muy natural la integración de la asistencia, la docencia y la investigación.

Antes parecía que sólo se podría investigar en Madrid o Barcelona.
-Es verdad, pero lo natural es lo que ocurre ahora: el trabajo cooperativo en redes formadas por centros que están en distintos puntos del país. Yo me siento muy satisfecho de la colaboración que hay en la red de mieloma, en la que cien hospitales trabajamos con protocolos comunes y con doce centros de investigación básica.

Pero también existe cierto escepticismo porque se han anunciado grandes proyectos -incluidas algunas redes-que no han llegado a ver la luz.
-Debemos ser los investigadores los que gestionemos el trabajo. Pero seguimos teniendo la rémora de depender en exceso de que una administración pública ponga en marcha el proyecto. Hace falta que la iniciativa privada se implique también en la investigación.

¿Qué se puede hacer para subsanarlo?
-Desde luego, no parece que la Ley de Mecenazgo lo haya solucionado. Las empresas deben hacer una apuesta más decidida por la investigación.

¿Cómo pueden ayudar los líderes de la investigación?
-El problema de salir a la palestra es que nos dan miedo los titulares efectistas. Los medios y los científicos debíamos llegar a un acuerdo sobre qué queremos y debemos ofrecer a la sociedad. Ni nos vale encerrarnos en los laboratorios, ni los titulares efectistas.
Ahí tenemos el ejemplo de la medicina regenerativa, la terapia celular. A uno le asombran ciertos titulares. Yo desde luego no me atrevo a decir que voy a curar algo. Podemos llegar a ser un referente en terapia regenerativa como lo somos en trasplantes, pero partiendo de ensayos sencillos. Quizá no curemos grandes patologías, pero sí podemos resolver problemas de salud importantes. Pero la divulgación se centra en si se usa la célula embrionaria o si se va a curar la diabetes o el Alzheimer. No se habla de regeneración de una úlcera o de la córnea, que podría tener un impacto sanitario importante.

Su maestro llegó a hacer un estudio sobre la sangre de Cristo. ¿Le interesa a usted esa vertiente mística de la hematología?
-López Borrasca y yo somos muy distintos. Él es un hombre culto y humanista. Yo soy más anglosajón y pragmático, por no decir que soy un inculto, porque sólo leo medicina.

¿Cómo convencería a un recién licenciado para que elija su especialidad?
-Lo hago todos los años en el pregrado. Les digo la verdad: que nos encontramos con enfermedades relativamente benignas frente a otras que hoy día no podemos curar. Y eso es un reto. Pero es que, además, tenemos la célula para preguntarse qué pasa con ella.

¿Ha pensado alguna vez en dejar este trabajo o este centro?
-Nunca. Aquí soy feliz.

¿Algún hijo ha seguido sus pasos?
-Hay un médico, pero creo que no elegirá la hematología, porque le atraen más las especialidades quirúrgicas.

¿No le hubiera gustado que fuera hematólogo?
-No, pero porque no le veo la vocación. Lo peor es trabajar en algo que no te gusta.

¿Ve gente así en el hospital?
-Veo a gente que no lo pasa bien, y debe ser triste. Yo me lo paso muy bien.

¿Alguna vez ha tenido que decirle a alguien que sería mejor que se dedicara a otra cosa?
-Eso no, pero sí he tenido que remotivar.

¿Con qué instrumentos?
-Convenciéndoles de que serían más felices haciéndolo mejor. No nos van a pagar más, pero puede que ayudemos a más pacientes.

Fin de la cita.
Un abrazo


fercu
Mensajes: 7809
Registrado: Sab Ago 22, 2009 12:48 pm
genero: Hombre
soy: Familiar
pais: España
Nombre real: fernando
Patologia: MM
Localidad: Cáceres

Re: Celulas madre: realidades y controversia:Doctor San Miguel

Mensaje por fercu »

Hola a tod@s:

Leída la entrevista, indudablemente el Doctor San Miguel
es una eminencia reconocida internacionalmente, pero
no conocíamos su lado humano.

Gracias a los dos Vicente y Annie por aportar este articulo
tan interesante.
Abrazos fercu ymary


Responder