A mi padre le diagnosticaron la enfermedad hace 10 años más o menos, al principio tenía el Mieloma equiescente, es decir, estuvo sin síntomas ni tratamiento hasta el 2008. En ese año comenzó a presentar algunos síntomas y en Diciembre comenzó con los ciclos de quimioterapia, pastillas etc. Tuvo 9 ciclos, tenía sus revisiones cada dos meses y los resultados eran esperanzadores ya que la enfermedad se mantenía estable. Posteriormente se le puso un tratamiento de MELFALÁN y PREDNISONA, al cual respondió muy bien, en todas sus revisiones se mantenía a raya la enfermedad. Pero, a partir de diciembre del año 2011, notamos que estaba como muy depresivo, adormilado todo el día, creíamos que era el principio de una depresión. A esto se añadía el dolor de huesos, y un día, de repente empezó a perder la cabeza, parecía como si tuviese un deterioro cognitivo de rápida instauración, de un día para otro y cada día el deterioro era más grande. No sabíamos qué le pasaba, consultamos con los médicos que nos derivaban al neurólogo. Finalmente ingresó por urgencias en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde tenían todo su historial del Mieloma. La actuación de este hospital fue penosa, dado que hasta el quinto día de estar ingresado, y ya en un estado muy grave, se le detectó hipercalcemia severa, complicación del Mieloma Múltiple. Se le sometió a un tratamiento muy agresivo para que eliminara el calcio, pero ya era demasiado tarde, la enfermedad estaba muy avanzada y estaba muy agresiva. Murió a los 13 días del ingreso.
Mi mensaje era para que los familiares de estos enfermos estén informados de las posibles manifestaciones de la enfermedad, como es el caso de la hipercalcemia, ya que nosotros y los médicos, y esto tiene más delito, no sabían relacionarlo con el Mieloma y lo empezaron a tratar como si fueran otras enfermedades, quizás perdiéndose un tiempo preciosos.
