El pasado día 19 de diciembre os comunicaba mi decisión de participar en un ensayo clínico que ya se realiza en Pamplona. Los resultados iniciales hasta el momento (3ª semana), son totalmente positivos, quiero decir con esto, que mi estado actual no ha variado nada, respecto al que tenía antes de comenzar, por que parece ser que estoy aceptando muy bien los nuevos fármacos, daratumumab, ladenomida y dexametasona, que hasta ahora sólo me han dado reacciones leves como hipo, picor en brazos, etc. y después cesan enseguida.

Debo de resaltar, que además de los citados fármacos, la atención de los médicos; especialmente el Doctor San Miguel más todos los controles que se van realizando, y la respuesta del propio cuerpo; existen otros factores que aportan la mayor ayuda tanto física como mental; como son la familia, y por que no esa Mano que no se ve, pero que hace sentir sus efectos,es sin lugar a dudas la de Dios.

La familia que yo llamo próxima; mi esposa, mis dos hijas, mis dos nietos y mis dos nietas, formamos el primer equipo, que es el que con su cariño, trabajo, paciencia, esperanza y voluntad gritan conmigo cada día: !vamos a ganar!

Dejo lo de Dios para el final, por ser lo más importante. No soy nada beato, ni místico ni siquiera un modelo de cristiano, símplemente me conceptúo como un "pecador corriente", que trata de poner en orden el cuerpo y la mente, para conseguir que funcione esa parte que llamamos espíritu.
Lo de Dios, es imposible, nunca llegaremos a conocerle, pero sí será posible llegar a sentir su Presencia. Hace más de diecisiete siglos San Agustín dejó dicho: "Cuando alguien esté más convencido de conocer a Dios, es que no le conoce".
Entonces, sí es posible sentir la Presencia de Dios; cuando nuestro espíritu está en armonía con el universo, hay momentos en que percibimos esa radiación electromagnética o radiación cósmica producida por la energía divina, cuya duración puede ser de sólo segundos o minutos, pero que corresponde al efecto de apreciar en un momento dado, unos efectos que siempre hemos sentido, pero que en la mayor parte de las ocasiones han pasado desapercibidos.
Se trata de una pequeña convulsión o escalofrío, acompañada de una emoción y sentimiento feliz que sólo dura un corto espacio de tiempo, pero suficiente para que nuestro espíritu se eleve y sepa que se encuentra ante la Presencia de Dios. En cualquier momento pueden converjer los aditivos necesarios, sin que haya que preparar nada especial, todo surge de forma espontánea.

Ejemplos como escuchar música clásica; la 9ª sinfonía de Beethoven, El Mesías de Haendel, el Intermedio de la Opera "Cavallería Rusticana de Pietro Mascagni, etc.; en Levante (playa de Peñíscola) sólo en la playa contemplar el mayor espectáculo del mundo "el milagro del amanecer" cerrar los ojos y pensar que durante más de cinco mil millones de años así ha ocurrido cada día; una noche de verano en la Plaza de San Marcos de Venecia, sentados en un velador tomando un café, al fondo una orquestina interpretando "la Barcarola" de los Cuentos de Hoffman, palacios iluminados, góndoleros bajo el puente de Rialto cantando a pleno pulmón "Oh Sole mío"; museo del Prado, contemplar sin prisa la sala Velázquez, Murillo, el Greco etc., Otra vez Italia, basílica de San Pedro, los frescos de la Capilla Sixtina y ver a Miguel Angel ,subido a más de 40 metros pintando la Creación tumbado boca arriba, monumentos, catedrales, paisajes; etc. etc. Estos y otros momentos, son los que producen el click maravilloso permitiendo sentir esa Presencia, por que El inspiró a los artistas y al mundo en su momento.

Permitidme algo único, contemplar a los nietos. Natalia (12 años) bailando ballet en un escenario con público, interpretando "El Lago de los cisnes". Sergio (8 años) bailando Rock y recitando un poema. Lucía (4 años) cantando villancicos y bailando imitando a su hermana, y Adrián (3 años) de rodillas con las manos juntas, rezando "Jesusito de mi vida". Aquí la descarga de Energía Divina se hace más perceptible y con mayor duración, sólo por que Dios habita en el interior de cada niño; para los que somos de lágrima fácil, suele ser normal tener que echar mano del clínex.

Deseo que os haya gustado, esta es la forma como yo interpreto esa Mano que nos hecha Dios, cuya utilidad sirve para hacernos mejores, más pacientes, más solidarios,más condescendientes, pero es necesario sintonizar bien nuestro espíritu.

Deseo a todos una Feliz Navidad, y que en el Nuevo Año 2015 se materialicen las esperanzas y los deseos de curación de todos los enfermos de MM. Abrazos, Benito.
