Querida Annie,
Hace dos años y medio entré en este foro, porque a mi madre le habían diagnosticado un mieloma. No participé mucho el el foro, pero siempre que lo necesité encontré unas palabras de ánimo y de consuelo, muchas de esas palabras (la mayoría) fueron tuyas. Tras el transplante, cuando inició la recuperación tomé la decisión de no entrar tanto en el foro, me angustiaba poder encontrarme con noticias tristes, decidí no saber y refugiarme en mi historia personal. Pero siempre has estado ahí, durante todo este tiempo aunque no me conectara, aunque ya no leyera tus mensajes... estabas ahí, en mi pensamiento, acompañándome a mí y a mi madre. Has sido un ejemplo para mí en muchos aspectos. Y una persona de la que se puede aprender mucho.
Hoy, había entrado para saludarte, quería enviarte un beso y un abrazo, para contarte que mi madre sigue adelante, que tiene esperanza, que está sin tratamiento y que los análisis estás limpios, y para enviarte de nuevo besos y abrazos. Annie, siempre te he recordado y te recordaré con mucho amor. Estés donde estés, sea cual sea tu nueva etapa en la vida, te deseo lo mejor y sinceramente deseo que recibas tanto cariño y tanta dedicación y tanto bueno como tú has hecho, y nos has entregado.
Adios Annie.
