Gracias,Fercu.
Me ha interesado mucho el aticulo!
Yo habia leido este otro..
http://www.humanas.unal.edu.co/psicoonc ... irituales/
"Ahora, centrándonos más sobre el papel de la religión en pacientes con cáncer, encontramos que la frecuencia e intensidad de las prácticas correspondientes aumenta cuando la muerte se hace más presente. De la misma manera como toda la gente con la edad empieza a fortificar sus creencias espirituales frente a la amenaza cada día más cercana de la muerte, parece que los pacientes con cáncer entre mayor es su angustia subjetiva más hacen uso del potencial reconfortante de la religión. En este sentido, vale la pena mencionar los resultados de un estudio con mujeres con cáncer de mama que mostró que la confianza que tenían las pacientes en la religión y el apoyo que sacaron de ella fue mayor previamente a la intervención quirúrgica y luego disminuía en un periodo de 12 meses.
Hacia la misma dirección apunta también el hallazgo de otro estudio que arrojó que el 88% de pacientes con cáncer utiliza una o varias prácticas religiosas, siendo mayor el número de prácticas y su frecuencia entre aquellos que ya habían recibido su pronóstico en comparación con los que no contaban con esta información. Se podría pensar entonces que la función de la religión en muchas ocasiones consiste en dar consuelo y esperanza precisamente en el punto donde la ciencia y en particular la medicina o no tienen más respuestas o pronostican un futuro desalentador. En otras palabras, pareciera que la mera creencia y la esperanza del hombre empieza donde termina su razón o, donde ésta no satisface sus expectativas. Lo interesante es que dicha esperanza y sugestión producen efectos reales en el organismo (en ocasiones de sanación) sin que sean claros sus modos de operar.
Otro elemento que aportan las religiones frente a la posibilidad de la muerte es que el individuo se puede despojar de la responsabilidad por su propio futuro con la certeza de que “todo está en las manos de Dios”. De esta manera, el paciente puede asumir los sucesos de su vida con mayor tranquilidad y menor alteración de su autoestima, sabiendo que Dios lo acompaña constantemente y que pase lo que pase, siempre será el deseo de él. Sin embargo, esta creencia también puede tener efectos adversos como por ejemplo que el paciente descuida su adherencia y participación en el tratamiento o que desarrolla sentimientos de odio o culpa frente a la divinidad que le causó la enfermedad. Los que más efectivamente afrontan la enfermedad son normalmente aquellos pacientes que perciben que Dios colabora con ellos en el esfuerzo común de sobrellevar la enfermedad. Además de lo anterior, la creencia en una vida después de la muerte provee mucho alivio emocional, ya que promete el reencuentro con seres queridos y la continuación de la existencia. Dentro del proceso de preparación para la muerte y la vida posterior a ella normalmente se incluyen elementos como un repaso de la vida del paciente, la confesión y el perdonar a otros (frecuentemente junto con un clérigo)...."
